GM presentó en México un vehículo que ofrece tecnología, diversión al volante y un buen nivel de equipamiento |
COZUMEL, QUINTANA ROO, 23 de julio.- Su diseño malcarado, robusto y dinámico, es respaldado por lo divertido de su manejo y lo detallado de su interior. El Chevrolet Sonic llegó a nuestro país para consolidar la parte media del portafolio de la marca.
Respetando patrones de diseño de Chevrolet como la parrilla doble, este sedán compacto marca nuevas tendencias como los faros dobles sin mica, inspirados en los de una motocicleta, así como un cofre con líneas muy marcadas y que le confieren ese look, muy parecido a la cabeza de un Pitbull.
Por dentro recuerda mucho a los interiores de su hermano mayor Cruze, con la cabina en dos tonos, dividida por la consola central, con detalles en color aluminio, todo fabricado en plástico, pero con un excelente acabado al tacto y vista.
“Confiamos en que nuestros clientes nos seguirán honrando con su preferencia gracias a las cualidades sobresalientes de Sonic. Este nuevo auto, además de ser un vehículo práctico y atractivo, brindará a nuestros consumidores una experiencia de manejo ágil y divertida, y complementará nuestra amplia gama de subcompactos”, afirmó Ernesto Hernández, presidente y director general de GM de México.
La potencia de esta planta de poder es de 115 caballos de fuerza y 114 libras-pie de torque, acoplada a una transmisión manual de cinco velocidades en las versiones de entrada y una automática de seis cambios, con modo manual, para los modelos más caros.
La primera impresión que da es la de un deportivo. Los asientos cuentan con soporte lateral y el volante ofrece un diseño muy cómodo.
Su talblero, inspirado en el de las motocicletas, muy parecido al del Spark, que muestra en el reloj de la izquierda las revoluciones del motor, mientras que del lado derecho aparece el velocímetro digital, el nivel de la gasolina y otras informaciones.
La versión que probamos estaba equipada con una caja automática, que hizo muy confortable el camino y que en modo manual permite llevar al límite las revoluciones del motor, aunque el botón colocado en la palanca es un poco incómoda para realizar los cambios por que queda en una posición poco natural para el brazo.
En cuanto a la seguridad, este vehículo presume una estructura BFI (Body Frame Integral) con más de 65% de acero de alta resistencia en zonas de deformación programada y la capacidad de soportar 4.2 veces su propio peso en caso de volcadura. La versión más equipada cuenta con frenos ABS y bolsas de aire para conductor y pasajero.
De esta forma, Chevrolet quiere dar una dura pelea con un vehículo que no sólo se ve bien, también responde a las espectativas.
Marco Robles
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